Consideramos las funciones desempeñadas por los miembros de la familia como el lugar de encuentro privilegiado entre el individuo y el sistema del que forma parte, y así comenzamos a observar con mayor atención el intrincado juego de interacción entre las misiones y los roles que el sistema familiar atribuye a sus componentes.
M. Andolfi y colaboradores
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Nuestra
propuesta
Encontrar soluciones pragmáticas en el espacio terapéutico para el abordaje de conflictos cotidianos, dificultades intrafamiliares o también frente a la demanda del equipo docente, cuando la conflictiva no ha sido resuelta en el ámbito educativo y requieren de una orientación profesional especializada.
El recurso más significativo para ayudar a una persona a cambiar son las relaciones en las que participa. Muchas veces la solución del problema hace perder de vista otros aspectos de su relación y las relaciones desplegadas en estas familias ya no son sustentadoras, ven a los otros como un obstáculo y no como un recurso.
No se trataría de una propuesta de tratamiento individual del adolescente sino de una mirada integral que ayude a desplegar las fortalezas y el potencial de los/as integrantes de la familia.
Reunir a los miembros de una familia trae indiscutiblemente al ámbito de la consulta sus diversos mundos y realidades, y suprime la errónea consideración de que algunas de las visiones o posturas son las “verdaderas” y las otras son las “falsas”. El grupo familiar está atado a un juego de relaciones que no les permite desplegar sus prácticas y es allí donde se manifiestan los síntomas.
Generalmente se establecen patrones de interacción que inhiben el crecimiento; muchas veces las relaciones extra familiares compensan las relaciones familiares insatisfactorias. Nuestra labor consiste en utilizar la relación con el adolescente y los miembros de la familia para ayudarlos a modificar esa relación y lograr que los integrantes de ese sistema consigan mejores herramientas y recursos para ellos y entre sí. La verdadera curación se produce en el fortalecimiento de los vínculos.
En caso de requerir un tratamiento individual se sugerirá el pertinente al finalizar las primeras entrevistas.
Esta orientación constará de una admisión que pautará las condiciones y el número de entrevistas según la problemática a resolver. El equipo terapéutico decidirá con qué miembros de la familia comenzar el proceso e incluso, de ser necesario, se pautarán sesiones individuales. Se trabajará con asesoría clínica y docente con la orientación enfocada en los aprendizajes escolares y la mirada transversal de la ESI para obtener una visión integral de cada familia.
El proyecto apunta a destacar las singularidades de la tarea con adolescentes, derribar algunos mitos instalados y estimular el interés por trabajar la comunicación al interior de la familia. La orientación exitosa sería observar un proceso de cambio con posibilidades de autocrítica, no limitándose a señalar malentendidos y errores sino establecer una comunicación dinámica y fluida que tienda a posiciones afectuosas y solidarias para evitar cualquier forma de maltrato.
Consideramos que la familia, la escuela y la sociedad en general son atravesadas por los procesos adolescentes y los conflictos no sólo de los jóvenes sino también de los adultos. La relación entre padres e hijos, maestros y alumnos y la confrontación generacional se suman a problemas de nuestra sociedad como la violencia en la escuela, las autolesiones, los trastornos alimenticios y las adicciones. Es prioritario abordarlos desde las familias por la importancia de la frecuente patologización y la aparición de enfermedades psicosomáticas y psiquiátricas.

Nuestra función será la de establecer vínculos duraderos y sustentables entre los adolescentes, las familias y las instituciones orientándolos hacia la resolución de los conflictos manifestados.
Estamos
para ayudarlos
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